Aunque en materia de cine español una siempre prefiere la cautela a los fuegos artificiales, resulta difícil no reconocer que 2022 será un año para el recuerdo, gracias a una estupenda cosecha de largometrajes que han sido acogidos con cariño por parte del público y loas de la crítica. Cine en paralelo, y con menos repercusión mediática, el ámbito de los cortometrajes españoles está disfrutando asimismo de las mieles de este 2022 estupendo, en lo que también parece ser reflejo del cambio generacional que ha venido dándose en la industria durante la pasada década.
En Cine con Ñ hemos querido reconocer la creatividad y el trabajo de los y las cortometrajistas con una selección de las piezas que han marcado 2022. El criterio detrás de la selección es claro, los premios acumulados y los que están por venir, pero no podemos dejar de lado que esta es también una lista subjetiva. Con todo, la selección no significa que películas como Au Pair, de David Pérez Sañudo; Carta a mi madre para mi hijo, de Carla Simón; Suelta, de Javier Pereira; Harta, de Júlia de Paz Solvas; Son, de Marta Nieto; El sembrador de estrellas, de Lois Patiño; El tercer cuaderno, de Lur Olaizola; Dancing with Rosa, de Robert Muñoz Rupérez; y un largo etcétera no nos parezcan relevantes. Todo lo contrario.
Dicho lo cual, enumeramos a continuación y de la A a la Z (S) los 15 cortometrajes españoles de ficción y no ficción que han destacado durante el año 2022.
Agrilogistics, de Gerard Ortín

Premio del Jurado a la Mejor Película de la Competición Nacional de la 19ª edición de DocumentaMadrid, en Agrilogistics Gerard Ortín observa la coreografía visual de la maquinaria agrícola, esencia de la industrialización de los cultivos hortofrutícolas contemporáneos. Presentada en la Berlinale, esta propuesta abstracta e hipnótica se ha visto asimismo en Cinéma du Réel, D’A Film Festival, Cinema Jove o Curtas Vila do Conde.
Alegrías riojanas, de Velasco Broca

El veterano cineasta alavés ha declarado que con este trabajo se despide del mundo del cortometraje y sin duda lo hace por todo lo alto: el esoterismo románico se funde con un universo repleto de onirismo, entre la violencia y la retrotecnología, en un trabajo absolutamente inclasificable. Estrenando mundialmente en el Fantastic Fest de Austin, Texas (donde fue galardonado), obtuvo el Premio Focus WIP de Cannes y ha pasado por el Festival de Sitges, ZINEBI o recientemente el Aguilar Film Festival (Mejor Dirección).
Arquitectura emocional 1959, de Elías León Siminiani

Espiga de Oro al Mejor Cortometraje de la última Seminci, el director de Mapa ha conseguido una nominación a los Premios Goya en la categoría de Mejor cortometraje de ficción gracias a esta historia que desarticula los ambages de las historias de amor a partir del estudio de un romance a finales de la década de 1950 atravesado por la arquitectura de Zuazo y Fisac en Madrid.
Chaval, de Jaime Olías

El popular actor de cine y televisión ha ido cimentando una trayectoria paralela como director que parece confirmarse con este cortometraje de acción que presume, con motivos, de un plano secuencia de 28 minutos que sigue a Pablo (Itzan Escamilla) durante una noche de infarto en Madrid. Ha pasado y ha sido premiado en los principales certámenes españoles especializados: Medina del Campo, Zaragoza, Cortogenia, Mecal…
Cuerdas, de Estibaliz Urresola

Presentado en la 61ª Semana de la Crítica en Cannes y en el Festival de San Sebastián, Premio Mejor Filme en Curtas Vila do Conde y nominado a los Premios Goya y a los Forqué como Mejor Cortometraje de Ficción, Urresola ha firmado a todas luces uno de los cortometrajes españoles del año. Cuerdas explica la tesitura de una coral de mujeres que debe decidir si acepta el patrocinio de una de las empresas más contaminantes del pueblo en el que viven y habla de la importancia de los pequeños gestos de resistencia. Puedes leer más sobre Cuerdas aquí.
Demà ho deixem, de David Moragas

Galardonado con el Premio del Público de la sección Un Impulso Colectivo del D’A Film Festival, además de recibir una nominación en los Premios Gaudí del cine catalán, David Moragas vuelve a indagar en las emociones románticas de la pareja en este nuevo ejemplo de su cine intimista y elegante. Apoyado en la sensible interpretación de Lluís Marqués y David Teixidó, cuenta el reencuentro de dos chicos gais tras el regreso a casa de uno de ellos, que ha pasado el fin de semana fuera.
Fe, de Maider Fernández Iriarte

Mención especial del jurado en el Festival de Málaga, la cineasta donostiarra continúa indagando en el ámbito de lo religioso, tras abordarlo de manera tangencial en su largo documental Las letras de Jordi (2019), a partir de un caso clínico terminal que logró curarse milagrosamente. Los misterios insondables de la fe frente a la perplejidad de la ciencia tratados aquí con una delicadeza y un respeto insólitos.
El día que volaron la montaña, de Alba Bresolí

El tercer cortometraje de la cineasta catalana, tras Domus, en codirección, y CUENCAS, es el retrato de tres vidas marcadas por el entorno en el que viven, un medio rural en extinción en las montañas de Escó, Zaragoza. Crónica de la explotación del campo pero también de la resignación dolorosa, el trabajo de Bresolí ha sido una de las sorpresas del año entre los cortometrajes españoles y ha podido verse en Málaga, el D’A, DocumentaMadrid o el Festival de Jóvenes Realizadores de Granada.
La entrega, de Pedro Díaz

Un hombre de 80 años confinado en el trauma y en el miedo protagoniza esta propuesta del gallego Pedro Díaz, que cuenta con la delicada interpretación de Ramón Barea. Tras ser seleccionado en más de 30 y acumular 15 premios, entre ellos los Premio del Público en el Festival de Cans y OUFF en Curto, ha logrado una nominación en los Premios Goya al Mejor cortometraje de ficción. Puedes leer más sobre La entrega aquí.
La gàbia, de Adàn Aliaga

Es uno de los trabajos más personales del veterano alicantino y también uno de los más emocionantes. ¿El escenario? Un huerto en pleno verano. ¿Los protagonistas? Los padres del cineasta, conversando en la intimidad de varios temas, algunos más banales, otros de un calado profundísimo. Participó en Seminci, en el D’A, fue premiado en el programa Versión Española y ahora compite en los Goya por el premio al Mejor Cortometraje Documental.
Memoria, de Nerea Barros

La actriz de La isla mínima ofrece una mirada poética e hiperrealista de las consecuencias del cambio climático en este trabajo nominado al Goya en la categoría de Mejor Cortometraje Documental. Memoria viaja al Mar de Aral, en Asia central, para seguir la delicada relación de un antiguo pescador y su nieta, en busca de ese mar desaparecido por el que hoy transitan vacas entre barcos varados.
Olores, de Alba Esquinas

Presentado mundialmente en Visions du Réel y galardonado en ZINEBI con el Gran Premio del Cine Español, Olores es una miniatura en clave de ficción familiar que parte de una fotografía misteriosa para trazar una radiografía del pasado de nuestro país en términos de clase y de género. Un padre ausente que murió en la guerra, una madre trabajadora y los efluvios de una carnicería como el recuerdo que marca la infancia.
Rompente, de Eloy Domínguez Serén

Biznaga de Plata al Mejor Cortometraje de Ficción en el último Festival de Málaga, el nuevo trabajo en corto del director de No Cow in the Ice o Hamada es una reflexión sobre la paternidad adolescente a través de la historia de Santi, pescador en un pequeño pueblo costero y contrabandista de mariscos por la noche. En casa, su novia Lucía cuida sola de su bebé.
Sóc vertical però m’agradaria ser horizontal, de María Antón Cabot

Un mediometraje, sí, pero imprescindible en esta lista. Después de la frescura de <3, María Cabot ha regresado con una película sorprendente que aúna muchas de las tensiones de la contemporaneidad. ¿Cómo si no se puede acercar una al peculiar diálogo con Benidorm como telón de fondo entre las protagonistas de esta ficción, Belén, una celebridad del mundo del corazón, y Sylvia, poeta estadounidense? Se presentó en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y logró el Premio del Público en Márgenes.
Sorda, de Eva Libertad y Nuria Múñoz

Desde Murcia llega uno de los cortometrajes españoles más sensibles de la temporada, que incide, además, en el camino que queda por recorrer en el campo de la accesibilidad dentro y fuera de las pantallas. Sorda es la historia de una pareja que quiere tener un hijo, y sobre los miedos de la probable madre, Ángela, al respecto: es sorda y siente que, como persona con una discapacidad, no va a poder criar como espera a su futura criatura. Nominado al Goya en la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción.
