Marta Hierro y Núria Abad dirigen este documental sobre el hallazgo de ‘Mallorca’, la que se cree que fue la primera película sonora española dirigida por una mujer, la durante años olvidada María Forteza, actriz, cineasta y productora
‘María y la película olvidada’ o cómo se escribe la Historia del cine español

Hasta el confinamiento de 2020, María Forteza era una actriz de los años 20 y 30 casi olvidada, una más de las intérpretes de teatro que alternó dicha ocupación con la de empresaria y algún escarceo en el cine. Entonces los trabajadores de Filmoteca Española tuvieron que encerrarse en sus casas y se llevaron el trabajo que pudieron con ellos. En algunos casos, empezar a catalogar latas antiguas ya digitalizadas. Y descubrieron que una película que tenían archivada como muda y dirigida por un hombre era en realidad sonora y dirigida por una mujer, María Forteza.
María y la película olvidada es la historia de la investigación posterior y de la reconstrucción de la biografía y la vida artística de su protagonista. Dirigido por Marta Hierro y Nuria Abad (Dorothea y el Myotragus), es un documental en el que el espectador camina de la mano de Miguel Ángel Lozano, el nieto de Forteza, que desconocía el pasado como artista de su abuela, y recrea cómo se construye la historia del cine, para bien o para mal. La película se acaba de estrenar en el Atlàntida Mallorca Film Fest, y no por casualidad. El título de esa película olvidada que llevaba en un cajón de Filmoteca desde 1982 era Mallorca, un documental de estilo vanguardista sobre la isla.
“Quizás porque fue en confinamiento, la noticia tuvo repercusión incluso internacional”, explica Núria Abad. “La cuestión es que estaba claro que había una película dirigida por María Forteza… pero nadie sabía quién era María Forteza. Y poco a poco empieza a parecer que estuvo casada con Ramón Úbeda, un camarógrafo de la época que inventó un sistema sonoro para las películas y que se podía rastrear por sus patentes, que tenían un nieto que estaba vivo…”. El trabajo de búsqueda de migas de pan de los investigadores y los periodistas que rastrearon a la cineasta se convirtió en el hilo conductor de María y la película olvidada.
Detectives del cine español

La película acaba explicando el contexto en el que Forteza y Úbeda producen Mallorca, cuando se patentaban y ponían a pruebas sistemas sonoros nacionales constantemente. Dichas patentes sirvieron para datar el rodaje en algún momento entre 1932 y 1934. Este descubrimiento convertía a María Forteza en la primera mujer en dirigir un filme sonoro en la historia de España, honor que hasta entonces ostentaba Rosario Pi por El gato montés, de 1935, pero además servía para reflejar un momento de vanguardia y comunicación entre artes (la cineasta era conocida como actriz y cupletista) y de ebullición creativa y empresarial.
Como se llega a decir en un momento de María y la película olvidada: “Un momento en el que muchas gentes estaba inventando las mismas cosas a la vez”. Los materiales de la cinta y el trabajo de los investigadores revelaron que Mallorca se había reproducido muchas veces, necesitando un ingente y preciso trabajo de restauración, pero ni Filmoteca ni las directoras han podido encontrar algún tipo de informe o noticia de prensa que recoja su proyección —como si ocurre con las películas de Elena Jordi, por ejemplo—. Eso deja en el aire la fecha concreta y la posible repercusión de un filme ideado como homenaje al compositor Isaac Albéniz.
“Todavía queda mucho que investigar y que escribir”, explica Abad. “Algunos historiadores que aparecen en el documental apuntan que se pueden haber perdido un 80% de las películas que se hicieron en España antes de la Guerra Civil, además de por la propia guerra por los materiales de los que estaban hechas o la poca importancia que se les daba. Igual quedan muchas María Forteza por aparecer, o incluso otras películas de ella misma. Esta película estuvo casi 40 años en un cajón”.
Una historia del cine sin apellidos

Para las directoras, María y la película olvidada cumple tres objetivos. Los dos primeros son evidentes: rescatar la figura de Forteza y el valor de Mallorca como trabajo fílmico representativo de un momento del cine y la industria en España. Pero el tercero es menos obvio, y se subraya en alguna secuencia del filme: “Poner un granito de arena para que las mujeres sean parte de la historia del cine español, y que no se hable de un cine femenino que es como algo aparte, sino que todo se guarde y se estudie junto, el cine dirigido por hombres y el dirigido por mujeres”.
Porque las cuitas de su protagonista no les resultan extrañas a dos directoras actuales: “Si quieres hacer proyectos propios, no te queda otra que producirlos tú. Y en los años 30 aún peor, ¿quién iba a ir a buscar a una mujer para que dirigiese un documental? No les quedó otra que convertirse en empresarias. A veces la historia nos llega muy sesgada, sin la complejidad real que tuvo, y a veces parece imposible que hubiese entonces tantas mujeres con la capacidad de conseguir la financiación de proyectos cinematográficos, pero así fue”.
María y la película olvidada presenta a expertos y expertas que reconstruyen para el nieto de la cineasta una historia perdida y reconstruida a trazos. Esa luz es la que han querido rescatar sus directoras y poner en orden para que surja el dibujo de una creadora que sufrió el exilio exterior e interior y nunca abandonó su compromiso con el arte. Forteza sigue siendo uno de esos personajes que aparecen en la enciclopedia con un signo de interrogación en la fecha de la muerte, pero la memoria de cuyo trabajo puede ayudar a explicar la construcción de un cine y un impulso creativo que no deben olvidarse.
Imágenes: María y la película olvidada – MOM Works
