La serie de Atresmedia sigue mezclando bien comedia costumbrista, ciencia-ficción y superhéroes, pero es un producto exclusivo para fans e inaccesible al lego
Los Protegidos A.D.N., capítulo 1: Fiesta privada

Los Protegidos A.D.N. empieza con la boda de Culebra y Sandra, enlazando con la anterior temporada y los minisodios intermedios. Todos los amigos y conocidos de la familia están presentes… excepto Rosa Ruano, misteriosamente desaparecida. Cuando superen algunas situaciones familiares consecuencia de su nueva convivencia -y sin percibir alguna amenaza para el futuro-, los Castillo deberán buscar a su vecina y amiga, presa de una organización desconocida que puede tener que ver con enemigos del pasado.
La serie de Atresmedia, ahora convertida en producto exclusivo para el streaming de ATRESplayer PREMIUM, sigue en su línea del equilibrio entre tonos y aprovechar unos efectos especiales que, sin ser espectaculares, mejoran con mucho a un original que iba justito. El cambio de título respecto a Los Protegidos: El regreso indica un nuevo arco… y poco más, porque casi sigue a continuación de los hechos de aquella y los minisodios de Historias de Protegidos. Esto no es Paraíso -no es un desastre a nivel de guión, tampoco se da tantas ínfulas- ni ¡GARCÍA! -está peor dirigida y tiene menos poso, pero con menos complejos y más sentido del humor- sino algo justo a medio camino y mezclado, claro, con Los Serrano.
Así, Los Protegidos A.D.N. se mantiene en ese muy complicado equilibrio entre la serie familiar “pesca de arrastre” con historias costumbristas para el padre o abuelo y los niños graciosos y la serie de suspense y ciencia-ficción en la que los adultos jóvenes viven la trama “seria”. Es un poco extraño, porque parece un producto para el abierto cuando en realidad lo que tiene es un público fiel muy concreto que además quiere guiños a los superhéroes clásicos sin que se los restrieguen. Y sobre todo, visto lo visto en este capítulo, es un producto cada vez más inaccesible al lego. Algo ni bueno ni malo.
Resolver un género con recursos del otro

La boda con enredo, por cierto, es un cliché de ambos subgéneros, el de los superhéroes y el familiar, y el equipo de guión de Los Protegidos A.D.N., que vuelve a encabezar Carlos García Miranda, lo sabe. Hasta el personaje de Mario, que de vez en cuando es el que rompe la cuarta pared con su torpeza tomada del Clark Kent de Christopher Reeve, hace un par de bromas al respecto. Al final es un chiste meta, con una situación de drama familiar amable resuelta con estrategias superheroicas, lo cual resume perfectamente de qué va la serie. Solo que para que funcione te tienen que caer bien los personajes de antes, claro.
Si algo bueno se puede decir del primer episodio es su voluntad de romper la división que servidor denunciaba unos párrafos más arriba e integrar a los personajes no normativos y destinados a las tramas cómicas en la conspiración de acción y superheroica en sí misma. El personaje de Rosa Ruano, interpretado por Gracia Olayo completamente en su salsa, parece más propio de La que se avecina, y todo el mundo lo sabe, así que se trata de invertir la situación anterior: analizar una situación loca, ominosa e inverosímil de superhéroes con conspiranoia, desde el filtro de un personaje de humor costumbrista español.
El problema con Los Protegidos A.D.N. es que acaba arrastrando defectos de los dos géneros que tan difícilmente mezcla. De la comedia blanca y un poco bufa, entre Los Serrano y Médico de familia, el que acaba por empalagar o ser demasiado rebuscada en las reacciones para que haya drama. De los superhéroes y el suspense que enlaza misterios a lo loco tipo Perdidos -o Héroes, que es lo que “adaptaba” esta serie en su momento-, la inaccesibilidad de sus mitologías bizarras.
Para consumo interno

De manera que Los Protegidos A. D. N., como lo hacía Los Protegidos: El regreso, asume que es una historia para iniciados, un evento fan extrañamente rentable y que no tiene problemas en meterle guiños a Física o Química (con la que aparentemente comparte universo, además de escenarios de rodaje y algún responsable creativo) porque sabe que su target es generacional y no aspira a renovarlo. Atresmedia se apunta otro tanto naciendo “nostalgia bien” -moderniza los tropos, pero los mantiene tal cual-, aparentemente el más rentable de todos sus revivals a la espera de UPA Next y asumiendo que sobre El Internado tiene menos control por la independencia de Buendía Estudios y la emisión en Prime Video.
En fin, que Los Protegidos A.D.N. es una serie para consumo interno de los fans fatales, que podrán disfrutar los aficionados a la cosa superheroica si están dispuestos a verla cruzarse con el tono de una serie familiar española de hace 10 ó 15 años. No es nada nuevo, no sorprende, pero tiene la virtud de saber muy bien lo que puede hacer y lo que no con el material del que dispone y no se toma en serio a sí misma ni por casualidad. Así que lo que decíamos más arriba. Nostalgia bien. Sin meterse con nadie.
Imágenes: Los Protegidos: A.D.N. – Atresmedia
