El cine español de terror ha dado mucho de sí en todas las épocas. Una colección de FlixOlé trae títulos a reivindicar que van desde los años 40 hasta los 90
Se acerca Halloween, aunque estas fechas sean la de la Festividad de Todos los Santos para los castizos. La noche o los días del año en los que el mundo de los vivos y el de los muertos se acercan más. Fechas de contar historias de miedo, sean las leyendas de Becquer o los clásicos de nuestro cine.
Por nuestra parte, hemos decidido seleccionar y recomendar cinco títulos de la colección especial de FlixOlé para Halloween, cinco películas españolas de diferentes décadas (aunque haya dos de los dorados 70), algunas firmadas por directores clave de nuestra cinematografía, y que han sobrevivido como clásicos del género o rarezas de culto. Películas que cualquier amante del fantástico puede disfrutar.
LA TORRE DE LOS SIETE JOROBADOS (1944)
Un clásico de la mezcla de géneros que ha envejecido bien tanto en el terror como en la risa. Neville ya tenía una sólida carrera como dramaturgo y como cineasta cuando se atrevió a rodar este sainete de terror con reminiscencias del cine expresionista de antes de la guerra y que mezclaba la infinita capacidad del madrileño para la parodia con leyendas ancestrales de la capital de España.
El fantasma del doctor Mantúa se aparece al joven Basilio Beltrán sobre el tapete de un casino y le pide que rescate a su sobrina Inés. Esta vive prisionera en el subsuelo de Madrid, en una terrorífica ciudad subterránea que excavaron los judíos supervivientes a la expulsión de los Reyes Católicos que intentaron quedarse en España, pero que ahora ocupa una banda de malvados rufianes jorobados. Casi nada.
LA NOCHE DE WALPURGIS (1971)

Un salto de tres décadas, desde el clásico de los 40, con sus limitaciones materiales (y temáticas) de la posguerra hasta las sesiones salvajes del exploitation del fantaterror de los 70, que sorteaba a la censura como podía. Dirigió León Klimovski, argentino afincado en España desde los 50 y que a lo largo de su carrera dirigió spaghetti western, Destape y lo que se le pusiese por delante. Protagoniza Paul Naschy, en uno de sus papeles más míticos.
La noche de Walpurgis es una secuela de La furia del hombre lobo, que había dirigido José María Zabalza, otro ilustre picapedrero del celuloide, y contó también con Naschy, que incluso escribió el guión. En este caso firman Jacinto Molina y Hans Munkel. La coproducción con Alemania nos regala este título reminiscente de las novelas de brujería de Centroeuropa, pero el argumento es un totum revolutum en el que un noble licántropo (Naschy) ayuda a dos estudiantes a resucitar a una baronesa vampira del siglo XVIII. Por supuesto, con erótico resultado, pero sin pasarse.
LA NOVIA ENSANGRENTADA (1972)

Rodadas con muy poca diferencia, la película de Klimovski era una locura de mezcla de referentes cinematográficos y literarios al servicio de la casquería y los muslos al aire, pero esta fue la adaptación, muy libre eso sí, de un clásico de la literatura. Un Vicente Aranda que ya había dirigido su Fata Morgana (1969) agarró el texto de Carmilla, de Sheridan Le Fanu, y se lo trajo a los años 70 siglo XX. Del gótico al neón, digamos.
La película sigue a una pareja de recién casados a la que no dejan de sucederle hechos extraños desde la misma noche de bodas. Ella tiene sueños con una antepasada de él, una misteriosa mujer llamada Mircalla Karstein, de la que acaban descubriendo a una doble a la que acogen en su casa, Carmilla. Como podrán adivinar, la susodicha resulta ser una vampira, y el pobre tipo acabará enfrentándose a las dos chupasangres, con su esposa vampirizada (y lesbianizada, aunque no se vea).
MIL GRITOS TIENE LA NOCHE (1982)

Juan Piquer Simón es uno de los directores españoles con una carrera más peculiar. Lo mismo dirigía documentales como España violenta (1964) que un exploit tan obvio como Supersonic Man (1979), plagio español oficial del Superman (1978) de Richard Donner. A partir de esta coproducción con EEUU, que poco tiene que envidiarle a cualquier clásico de la entonces pujante moda del slasher (resucitaría en los 90, y de nuevo en la actualidad), se especializaría en terror, pariendo algún otro clásico como Slugs, muerte viscosa (1988).
Muy reminiscente de las sagas Halloween y Viernes 13, Mil gritos tiene la noche se ambienta en un campus universitario de los Estados Unidos en el que empiezan a aparecer cadáveres decapitados de jóvenes estudiantes (que los espectadores sabemos que ha sido con una motosierra). La policía infiltra a una joven agente que se hace pasar por alumna para intentar localizar al asesino… y hasta aquí podemos leer, si es que es posible hacer spoilers de una película de hace 41 años, aunque sea una con varios giros sorpresa un poco locos y varias secuencias para el recuerdo.
99.9 LA FRECUENCIA DEL TERROR (1997)
El recientemente desaparecido Agustí Villaronga es recordado por títulos experimentales, como El vientre del mar (2021), o el drama histórico Pa negre (2010), que le valió el Goya, pero los comienzos de su carrera, entre los 80 y los 90, estuvieron dedicados al terror y el fantástico, como en Tras el cristal (1987), su primer largometraje, muy polémica en su día por su complejo guión que incluía criminales de guerra nazis o pederastia, o El niño de la luna (1989).
99.9 La frecuencia del terror fue un encargo, el reciclaje a largometraje para cine del guión del piloto de un proyecto de versión española de la serie Expediente X, que entonces triunfaba en televisión. Una María Barranco en su pico de popularidad como actriz interpreta a una periodista atrapada en un misterio que recuerda al de las famosas Caras de Bélmez y que mezcla el terror con el thriller rural más descarnado. Un clásico injustamente olvidado fuera del nicho rodado con mucha maestría y conocimiento profundo de las claves de género. Merece la pena revisitarla.
Puedes ver estas y otras películas españolas de terror para la cuenta atrás de Halloween en FlixOlé.