10 comedias españolas para ver junto al ventilador

Mediados de agosto. Ola de calor. Lo mejor es quedarse quieto en casa haciendo el mínimo esfuerzo posible. Es el momento de las comedias de verano. Y ya que estamos, haciendo patria. Así que llega el momento de recomendar las 10 películas españolas de verano para ver junto al ventilador.

Primos

Quim Gutiérrez clava aquí su papel de «buen chico un poco paradete», el que le siguen pidiendo con matices más de una década después, en una comedia romántica más amable de lo que parece. Raúl Arévalo y Adrián Lastra están desternillantes en sus muy cafres secundarios. Si no te entran ganas de veranear en Comillas o de llamar a tus primos, hermanos o amigos equivalentes y decirles que los quieres al acabar de verla es que estás muerto por dentro. Tiene algún deje que hoy parecerá machista, pero se salva porque los mismos personajes se dan cuenta y lo intentan arreglar.

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Manolo la Nuit

Además, ¿le vas a decir machista cualquier cosa rodada después del año 2000 cuando en esta lista toca Destape? En las comedias de verano, Mariano Ozores es el único Dios y Alfredo Landa es su profeta. Esta es especialmente mitológica por lo desvergonzado de su planteamiento: Manolo la Nuit (Landa) es un guía turístico y buscavidas en el Torremolinos de los 70 que se pasa el día haciendo negocios dudosos y ligando con suecas. El problema es que mientras él «trabaja» en temporada turística, su legítima se queda sola en Madrid. Para darle una lección, Susana (María José Alfonso) baja a verlo con la noticia (falsa) de que está embarazada. Pero claro, si Manolo lleva seis meses en la Costa del Sol…

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Lucía y el sexo

Bueno, vale, no es comedia, aunque tenga sus momentos de humor. Pero no hay nada más veraniego que pasar calor y si una película española de los últimos treinta años sube la temperatura es Lucía y el sexo, el penúltimo gran éxito de Julio Medem, la cinta que consolidó a Paz Vega como una estrella. Fantasías sexuales, paternidad en elipsis y dramas de cama para fascinarse con los paisajes baleares en invierno y en verano. La película que consideró a Najwa Nimri y Tristán Ulloa iconos sexuales antes de que fuese mainstream.

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Tierno verano de lujurias y azoteas

Hay una pauta en estas cintas, ¿no? Parece mentira, pero este título es de una película de Jaime Chávarri protagonizada por Marisa Paredes. Quizás, nos atrevemos a decir, el mejor título de una comedia española hasta que llegó Desde que amanece, apetece. Para que se hagan una idea de lo kamikaze de la propuesta me voy a limitar a copiar la sinopsis oficial del filme, sin añadir ni quitar nada: «Un verano, Pablo (Gabino Diego), un muchacho que ha vivido en la Unión Soviética y acaba de regresar a España, intenta conquistar a su prima Olga (Marisa Paredes), una actriz famosa y madura, que está preparando con su amante una obra de teatro de Shakespeare. Para seducirla se sirve de relatos lujuriosos presuntamente autobiográficos. Olga dudará entonces entre el amor a su amante y la progresiva atracción que siente por Pablo».

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El mejor verano de mi vida

Vale, aquí nos ponemos familiares. Leo Harlem hace un papel quizás demasiado tierno para su registro pero que tiene su gracia en una película clásica de redención de padre ausente obsesionado por el trabajo. En el fondo es la adaptación de un tópico norteamericano, pero tampoco nos viene mal que nos recuerden que las vacaciones son también para estar juntos y el viaje o encontrarse a uno mismo son un poco folclore.

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La virgen de agosto

No podía faltar. Tampoco es comedia, pero estuvo nominada a los premios César, ¿y quiénes somos nosotros para creernos con un criterio más elevado que el de los académicos franceses? Jonás Trueba propone y Itsaso Arana dispone en una película que hace de que no pase nada de nada su mejor virtud. Un verano solitario en un Madrid en fiestas para conocerse a una misma, pero sin dramas.

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Live is life

Esta tiene trampa. Se estrenó en el Festival de Málaga, pero no llegará a salas hasta noviembre de este año. Pero si es usted nacido/a o vivido/a en los 80, se la recomendamos por pura nostalgia. Fantasée con la excursión en bici por la Galicia profunda que nunca realizó, enfrentarse a temibles quinquis y vivir los primeros roneos propios de la edad con fermosas mancebas. Y hágalo en una peli bonita de ver, muy bonita.

Barrio

Sí, señores, sí, Barrio era en verano. Es que las familias protagonistas no tenían para marcharse de vacaciones a la playa ni pueblo de los abuelos al que acudir. Una capa más de desarraigo sobre esos jóvenes de Fernando León de Aranoa. Si se sienten identificados en los primeros 20 minutos, han escogido ustedes la película perfecta.

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El cálido verano del Sr. Rodríguez

La película que parió el concepto «quedarse de Rodríguez» y remake ibérico no declarado de La tentación vive arriba. José Luis López Vázquez -¿quién si no? ¡solo él!- es un oficinista cualquiera del Madrid de los 60 que tiene que quedarse en casa trabajando mientras la señora y los niños se van a la playa durante un mes. Así que, como buen macho ibérico del cine de comedia de la época, se desmadra. Poco y mal, pero se desmadra. En 1975, cuando la expresión había cuajado en el imaginario popular, el mismo director, Pedro Lazaga rodaría Tres suecas para tres Rodríguez, obra cumbre de la comedia veraniega rijosa que ya se refocila en los tópicos que ustedes, que son público culto, se imaginan. La de López Vázquez es menos cafre y más entretenida.

Los liantes

Toda buena lista de películas de verano debe empezar y acabar con Mariano Ozores y, a poder ser, en Torremolinos. De Alfredo Landa a Andrés Pajares y Fernando Esteso, haciendo papeles muy similares pero con casi una década de diferencia y siendo actores de registros muy diferentes. Manolo la Nuit era baboso y machuno para nuestros estándares, pero desde cierta ingenuidad tierna que lo hacía redimible. Los estafadores salidorros que intepretan aquí el dúo cómico con el añadido de Antonio Ozores como tercera pata simplemente están aquí para reírnos de las desgracias que ellos mismos acaban provocando.

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