Andrés Moret presenta el libro ‘Una vida de repuesto, el cine de José Luis Garci’, estudio sobre las múltiples facetas del madrileño a lo largo de su carrera
El hombre que hizo cinéfila a España: un libro explica por qué Garci es uno y «trino»

«Creo que Garci es trino», comenta Andrés Moret, autor del ensayo Una vida de repuesto, el cine de José Luis Garci (Hatari! Books, 2023). «No se pueden separar su tres facetas de cineasta, crítico y divulgador sin afectar al todo. Creo que la valoración conjunta de su cine, de su faceta de crítico y de su labor como divulgador están, finalmente, siendo reconocidos como se merecen».
La Academia de Cine acoge este 4 de mayo en su sede en Madrid la presentación de Una vida de repuesto, el cine de José Luis Garci, para proyectar después Volver a empezar (1983), dentro de los fastos del aniversario del Óscar, ese Óscar que fue el primero para una película española y después del que vino todo lo demás. Moret, que lleva tres lustros estudiando la obra del director madrileño, lo celebra sobre todo porque cuando arrancó, su estudio intentaba llenar un hueco inexplicable.
«En la época que yo quería pasar de simple aficionado de su cine a alguien un poco más leído, allá por el año 2008, cuando fui a comprar libros que me iluminaran, no había nada», explica. José Luis Garci ya se había convertido entonces en historia del cine español y su divulgación gracias a su cine y a su trabajo como crítico o en el programa de televisión ¡Qué grande es el cine!, pero «era un desierto bibliográfico. En la actualidad ese vacío que yo me encontré no es tan grande, pero no había un estudio integral, analítico, sobre la obra como un todo».
José Luis Garci, testigo de un país

Una vida de repuesto recoge entrevistas, programas de radio, las propias críticas que lleva escribiendo durante más de 40 años el director madrileño y horas y horas de hemeroteca, además del acceso a los archivos de la productora de Garci, Nickel Odeon Dos. Moret divide la carrera del director en dos etapas, ambas con lecturas en común con Benito Pérez Galdós, autor admirado del mismo y al que adaptó (o colocó como personaje) en varias películas: el testimonio del tiempo y retrato de un país, y la nostalgia como elemento unificador.
«Su etapa prospectiva, la que va desde Asignatura pendiente (1977) hasta Asignatura aprobada (1988), representa el sentir de una generación desencantada con la vida que le ha tocado vivir, en un momento histórico como es la Transición. Ese costumbrismo generacional que aporta, sin dejar de hacer referencia a los momentos políticos, es, para mí, el mayor acierto», resume el también cineasta.
En la segunda etapa, la que Moret llama «la retrospectiva», Garci «deja de ocuparse de una generación para dar un paso atrás tratando entender un país que tantos quebraderos de cabeza le ha dado en la primera etapa. Así que digamos que se diluye el estudio generacional específico para pasarse al estudio costumbrista del país completo».
La nostalgia del maestro de cineastas

El elemento en común en toda su cinematografía, además del guiño cinéfilo constante, es la nostalgia. «Si bien en esa primera etapa se trata de una nostalgia más ‘depresiva’, por el contexto generacional, y en la segunda es una nostalgia ‘jubilosa’, como él lo ha definido varias veces, no centrado en el pasado, sino en las cosas buenas que se pueden aprender del pasado, de cualquier pasado», resume el autor del libro.
Moret, amigo personal de Garci además de admirador, espera que Una vida de repuesto sirva para rellenar los huecos en la continuidad del estudio de su obra, de la que existen monográficos sobre títulos concretos pero no vistazos generales como el suyo. Como hilo conductor en la forma de trabajar destaca «la coherencia absoluta» de los principios cinematográficos del director de El Crack (1981) y «la independencia» del que todavía sigue ejerciendo de crítico y divulgador desde espacios como el radiofónico Cowboys de Medianoche.
El autor resume así el espíritu de Una vida de repuesto respecto a esa faceta de transmisión del amor por el cine: «Creo que todo cineasta de las generaciones que nos educamos con ¡Qué grande es el cine!, le debe a Garci algo. Algunos le deberán referencias que luego estos cineastas incorporan a su cine, y otros le deben la manera de hacer cine directamente».
Imagen de portada: Detalle de la cubierta de Una vida de repuesto – Hatari! Books
