Una divertida película que reinterpreta imágenes heredadas para convertirlas en algo propio
La amiga de mi amiga es la historia de Zaida (Zaida Carmona), una community manager y cineasta a la que acaba de dejar su novia. Encargada de cuidar la casa de unas amigas que se acaban de ir de viaje, Zaida acude a una cena en casa de otra amiga, Rocío (Rocío Saiz), que está saliendo con Lara (Alba Cros). Pese a quedarse prendada de Lara, ella misma le presenta a Aroa (Aroa Elbira), que está saliendo con otra ex de Zaida, Julia (Thaïs Cuadreny). Un viaje amoroso a cinco bandas acaba de comenzar.
Pendular, contradictoria y ansiosa, la Zaida de La amiga de mi amiga podría protagonizar una película veraniega de Eric Rohmer, el gran homenajeado y desacralizado, o una neurótica del Woody Allen más autobiográfico, pero, a la vez, nunca podría hacerlo. Ni Rohmer ni Allen hicieron una «comedia de enredos bollera» en Barcelona —Allen, de hecho, con elementos similares, prefirió hacer algo como Vicky Cristina Barcelona (2008)—.
La amiga de mi amiga resulta fresca y divertida precisamente por celebrar que existe y que no hay ninguna como ella. Pese a referenciarse en otros imaginarios y géneros —algo que el coguionista Marc Ferrer también hizo en ¡Corten! (2021)— no hay por qué conocerlos para disfrutarla. La película se singulariza reinterpretando una mirada heredada para que no pueda ser más que la de una mujer lesbiana de 30 años viviendo el duelo por una ruptura en la Barcelona de hoy.
El amigo de mi amiga y las comedias románticas

Si en el corto anterior de Carmona, Son ilusiones (2021), aparecía la directa inspiración del Eric Rohmer de El rayo verde (1986), aquí lo hace el de El amigo de mi amiga (1987). La de Rohmer es el final de una serie ligera de películas («Comedias y proverbios») en las que el cineasta francés planteaba un acercamiento a las relaciones humanas aparentemente casual y naturalista que, como recoge José Francisco Montero en CineDivergente, adivina «el descubrimiento de lo inesperado como fuente de vitalidad» en el caso de El amigo de mi amiga.
Aunque el homenaje a Rohmer de la película de Carmona es calculado, la directora usa esa fuente original como espacio abierto para encontrar su propia vitalidad, quizá perdida en alguna parte. De hecho, la película de 1987 da pie a funcionar como base a la que añadirle cosas: es la que menos compromiso directo tiene con lo que está contando de toda esa serie de películas de Rohmer. Sin tanto detenimiento en el estudio concreto de personajes, el lío amoroso es más bien un juego de conversaciones y un estudio del espacio que hacen de ella «una suerte de película sobre las comedias románticas más que una propiamente dicha», según Diego Lerer en Micropsia.
La amiga de mi amiga es, a su manera, también una película sobre las comedias románticas. En esa exploración del subgénero a subvertir, lo que hace Zaida Carmona es precisamente proponer un nuevo modelo de rom-com asociándolo a la normalización de las realidades y experiencias LGTBIQ+. Si los heteros pueden hablar de sus líos y novias mientras juegan al tenis, yo también puedo. Si los franceses viven a base de quedar y liarse entre ellos, yo también puedo. Y el cine es la manera de darle forma a esas posibilidades.
Atracción flotante en La amiga de mi amiga

El continuo salseo lésbico que construye Carmona en su historia tiene lo mismo de realidad a reivindicar que de fantasía de eterno espacio seguro. En ese limbo indeterminado es donde está su alma y universo cinéfilo, una identidad flotante que se proyecta también en el acercamiento y la mirada sobre una Barcelona queer a veces muy reconocible y otras más esquiva, pero que siempre ofrece lugares a los que agarrarse para buscar la felicidad.
Los «fallos» o problemas de producción de La amiga de mi amiga, cosa más del carácter hiper low cost y vivo del proyecto, se perdonan fácilmente porque hay en ella esa llama divertida que te lleva en la misma nube perdida por la que va su errática protagonista. Una levedad contagiosa que se expresa tanto en sus llamativos tonos pop como en su manera de recordarnos que puede haber atracción hasta en el momento y entre las personas más inapropiadas.
La puedes ver online en
Imágenes: La amiga de mi amiga – Begin Again Films
