Joaquín Oristrell, creador de la serie de TVE, nos habla del origen del personaje, el tratamiento de la Educación en la ficción y las dificultades de reflejar la política en ella
«Cuando escribimos ‘HIT’ pensamos: es una televisión pública, tenemos que contar esto aunque choque»

Joaquín Oristrell es de los creadores más veteranos de nuestro audiovisual, con guiones a sus espaldas que van desde Boca a boca o El amor perjudica seriamente la salud hasta Las chicas de hoy en día y Cuéntame cómo pasó, siempre cerca de la televisión pública y con un pie en la actualidad y la historia reciente. Para Grupo Ganga ha producido su última creación, HIT, la serie sobre Educación de TVE en la que están presentes muchas de esas preocupaciones.
Atiende por teléfono a Cine con Ñ a pocas horas de que se estrene el último capítulo de la segunda temporada y nos habla de las decisiones creativas en esta nueva entrega, de los modelos para el personaje y de la política en la ficción española.
¿Por qué cambiar a HIT de instituto en la segunda temporada?
Lo que parecía más coherente era seguir en el mismo instituto y mantener los personajes a los que el espectador se había acostumbrado. Pero nos dimos cuenta de que tampoco teníamos mucho nuevo que aportar. O bien cambiábamos el curso, aparecían otros alumnos y los demás salían ahí de invitados, o bien dábamos vueltas sobre lo mismo. Se tomó una decisión más drástica, sabiendo que afrontábamos un riesgo. Irnos a otro concepto: en lugar de ser HIT en un sitio concreto solo con nueve alumnos, le vamos a meter en FP y en una escuela pública y le vamos a sacar de Madrid.
La España vaciada, FP y un centro público, las tres cosas que nunca salen en las «series de instituto» en España, al menos en las recientes…
Bueno, HIT nació con vocación de personalizarse y distanciarse de otras series. La idea es que se hable fundamentalmente de Educación. En cada capítulo pues igual hay una o varias escenas en un aula donde se está hablando de Educación o de fórmulas o caminos didácticos. Era lo que nos interesaba por encima de todo. Queríamos salirnos de lo que era tramas de amores adolescentes e irnos al meollo de la historia. A cómo nos educamos, o si somos educados realmente, a cómo los padres asumen la Educación de sus hijos y los hijos se relacionan con los padres… y cómo una generación de adolescentes parece siempre condenada a no ser entendida… y ese adulto que supone HIT.

También se han incluido temas que no estaban en la primera temporada, como esa huelga en paralelo a las clases que casi adivinó el futuro y se emitieron los episodios en plena huelga del metal en Cádiz.
Sí, real. Bueno, cuando hablas de temas pegados a la actualidad pasa eso. Parece que seamos profetas agoreros. En la primera temporada en el capítulo 7 se organizaba una escape room basada en que había una pandemia que asolaba el mundo y lo cambiamos por un virus informático, porque lo rodamos en las cinco semanas de rodaje que quedaron pendientes después del confinamiento. Lo de aquí de la fábrica es una situación que ha ocurrido en Puertollano y en muchos sitios. Se cierran fábricas porque conviene o no son lo suficientes rentables, a veces, como se dice en el capítulo 8 de esta temporada, incluso empresas que han tenido subvenciones porque generan trabajo… que luego se las quedan y se largan. Nos parecía interesante tratarlo en un sitio como es Puertollano, que viene de la minería y la industria, teniendo a los chavales y a los padres dentro de un problema que les afecta a todos.
Llama la atención que sea un centro público, cuando lo habitual en estas series es que sean concertados o privados, incluso en la primera temporada de HIT.
Un acto de humildad que hace HIT al principio de la historia, aunque él no es nada humilde, es volver a pedir una plaza de docente en un instituto público. Nos parecía que ya que hicimos primero la concertada, pues estaba bien que fuese a la pública y además con FP por medio. Nos interesaba la FP, que está muy poco tocada. Incluso creo que teníamos que haberla tocado más, pero bueno, hemos hecho lo que hemos podido.
«La primera idea con HIT fue House: coger un personaje así y llevarlo a la Educación. Luego avanzó hacia otro sitio y se alejó»
¿Qué os ha faltado?
Creo que hubiéremos tenido que ofrecer más clases de FP. Están, pero se quedan un poco como un paisaje. Un poquito más no hubiera estado mal. Pero bueno, son reflexiones a posteriori. Cuando hacemos las cosas nunca estamos contentos al cien por cien.
En la primera temporada aparece el personaje de Lena como antagonista de HIT, una «villana» narcisista que en otro tipo de serie podía haber sido más caricaturesca…
Bueno, aquí se unieron dos cosas. Creo que era un muy buen personaje. Actuaba por amor, aunque fuese un amor irracional. Y luego la interpretó Carmen Arrufat, que le dio esa cosa de actriz de sin hablar, sin decir, simplemente con las miradas o la intención, darle un giro al personaje que la llevaba más allá del cliché. Planteamos a Lena en la primera entrega porque tal y como era HIT, que iba muy de chulito, nos parecía que tenía que tener un enemigo a la altura. Que tenía que tener su Moriarty, como Sherlock Holmes.
¿Dirías que de HIT podríamos hablar como un antihéroe, al estilo de otros protagonistas desagradables tipo House?
De hecho la primera idea con HIT fue House. Pensamos en, si House es un Sherlock Holmes que busca la enfermedad como si fuese un culpable, por qué no llevar a un personaje así a la Educación. Ese fue el punto de partida, luego las cosas avanzan para otro sitio y se alejan. Creo que HIT es un personaje que tiene muchas vueltas y una de ellas es que, siendo adulto en un mundo de adolescentes, no consigue del todo ser un adulto. No es solo el tema del alcohol, sino que emocionalmente es un hombre con muchos agujeros. Como lo somos muchos, lo que pasa es que él los muestra porque es muy vulnerable. Tiene mucha dificultad para querer. En esta temporada se ha enganchado con el personaje de Francis, que es una mujer muy fuerte, y comete el disparate de hacer lo contrario de lo que haría siempre: intentar comprometerse. Como un adolescente o un niño, vive con la necesidad de tener lo que quiere en el momento que lo quiere.
Incorporáis un caso de bullying homófobo muy extremo y un personaje no binario. ¿A la hora de ampliar la representación de la diversidad decidistéis asesoraos?
Hablamos con un par de asociaciones. En Dan, la persona no binaria, influye también que es adolescente y está buscando su identidad. Encuentra ese camino y lo defiende. En una persona de más edad sería de otra manera. En el caso del bullying homófobo me temo que no hace falta asesorarse mucho, porque lo hemos visto tanto… En Jota se suma el que sea un chaval gordito… No era difícil ponerse en su cabeza. Pero queríamos que fuese un personaje lleno de dignidad. Que no fuese motivo de lástima, sino un chaval con mucha personalidad y criterio.

Algo que también recogéis y es raro no en la ficción sobre institutos sino en general en la ficción en España es meterse en política: un alumno de extrema derecha, una sindicalista y un capítulo de orgullo obrero.
Llevo muchos años en ficción y creo que en España se habla muy poco de política en la ficción, y mira que hablamos de política todo el rato. Nos parecía que era interesante hablar de todo el fenómeno de la ultraderecha, que atrapa a mucha gente joven muy mal informada. Nos gustaba ahondar un poco en la clave de que la ultraderecha nace del miedo. La gente que se esconde tras la ultraderecha está muerta de miedo. Y en la chica que llamaríamos antisistema nos parecía interesante reflejar cómo viniendo de padres obreristas, sindicalistas y de izquierdas, da un salto a la parte más violenta, de quemar sucursales bancarias, digamos. Es ese paso de la generación que está harta de ver a familias que luchan y no conduce a nada porque al final siempre ganan los mismos.
¿Habéis tenido reacciones negativas tanto con el personaje «indepe» de la primera temporada como con el de extrema derecha ahora?
La verdad es que HIT tiene unos fans de los que recibimos pocas críticas negativas. Me imagino que porque la gente que estaría en desacuerdo con todo esto que plantea la serie ya no la ve. Son cosas que cuando las planteamos pensamos «es una televisión pública, tenemos que contar esto, aunque pueda ser que choque». Pero creo que tal como lo contamos es lo suficientemente ecuánime. Se muestra, no se critica. Ves de dónde salen las cosas. El independentista veías que había un divorcio por medio y esa necesidad de encontrar familias, grupos… Ocurre lo mismo con la antisistema o con el facha. A veces colocamos en la patria y otras cosas carencias emocionales.
¿Y las reacciones entre la comunidad educativa?
Pues tenemos profesores que pasan capítulos de la serie en sus clases, que nos hace mucha ilusión. En general ha sido buena. Siendo un colectivo tan sensible de reflejar como es el de los docentes, si lo hubiésemos hecho muy mal para un lado o para otro nos hubiesen dado bambú. También te digo que tengo un amigo profesor que me ha dicho que no ve la serie porque bastante tiene con lo que tiene en el aula y cuando llega a casa no quiere ver más problemas.
Finalmente, ¿tenéis pensado si en la tercera temporada HIT cambiará de nuevo de instituto?
Si hubiera una tercera temporada, que eso está por ver, nuestra idea es siempre intentar dar una vuelta, que ahora no sabría decir cuál sería. Que no sientas que es algo que ya has visto. Partiendo de un esquema que ya sabemos: HIT enfrentado a situaciones que tengan que ver con la adolescencia, la Educación… Intentaríamos no repetir.
Foto de portada: Joaquín Oristrell – F. Valiente/RTVE
Puedes ver HIT completa online aquí.
