La película con Álvaro Cervantes es una buena comedia romántica que se puede leer como una reflexión en sí misma de la previsibilidad del subgénero
Eres tú presenta a Javier (Álvaro Cervantes), un treintañero con una editorial en crisis y que se pasa la vida saltando de pareja en pareja, de mujer en mujer. Aunque pudiera parecer que tiene miedo al compromiso, lo que le pasa a Javier es que tiene una especie de superpoder amargo: cuando besa a alguien, ve el futuro que puede tener o no tener esa relación. Un día todo estalla cuando, accidentalmente, besa a la novia (Silvia Alonso) de su mejor amigo (Gorka Otxoa) y ve que se convertiría en la mujer de su vida.
La flamante ganadora del Goya a la Mejor Dirección Novel por Cinco lobitos, Alauda Ruiz de Azúa, dirige esta comedia romántica de encargo que han escrito una de las duplas de guionistas de moda, la formada por Alfonso Valor y Cristóbal Garrido (Amor de madre, Días mejores, Reyes de la noche). Produce Zeta Studios, que repite trabajando para Netflix, con la que viene trabajando desde hace años (Élite, El vecino, Fuimos canciones). Todo ingredientes al alza y con trayectoria, que garantizan unos mínimos para Eres tú.
Y la maquinaria no falla: la película que protagoniza Cervantes tiene gracia y corazón. Es ligera, pero sabe cómo y cuándo ponerse intensa. Funciona como ese espacio seguro que se le pide a este tipo de comedia, por previsible, y sabe arriesgar lo justo para no aburrir con un protagonista que ya lo ve venir todo. Es, básicamente, todo lo que le podemos pedir a una buena comedia romántica hoy en día.
El detalle y el protagonista

Con un valor de producción garantizado y unos profesionales más que capacitados para hacerlo, este tipo de películas empaquetadas se mueven en los detalles y pinceladas que se puede permitir el esquema principal. Y Eres tú tiene ese nivel extra de atención: una dirección funcional y competente —el toque de Ruiz de Azúa se nota en los momentos «sobrenaturales y en lo ubicadas que están las interpretaciones— y, sobre todo, una historia con sentido del humor y que se preocupa por tener algo más de dos dimensiones.
Todo está en lo que es y representa su protagonista, por eso Eres tú le da el giro que hace falta al personaje para que no sea un simple vehículo de avance de la trama. Los problemas de Javier van más allá de que no encuentra novia. La película, de hecho, hace el camino inverso y obliga a su protagonista a salir de su burbuja, lo que acaba por integrar (que no negar) su situación sentimental en un espacio simbólico más grande que nos hace olvidar un rato que estamos en el centro de Madrid de siempre.
Todas las comedias en todas las románticas

En ese sentido, está especialmente bien elegida la profesión del personaje interpretado por Álvaro Cervantes. A diferencia que en otras comedias de este corte, el hecho de que sea editor de libros no es un accesorio de fondo para algún chiste. El mundo editorial (en el que caben dos arquetipos facilmente extrapolables a la realidad en los personajes de Pilar Castro y Mauro Muñiz) al final representa la frustración del propio protagonista de saber que su historia también está escrita sobre el papel. Por eso su destino como librero y como pareja están unidos.
Al final,se puede analizar Eres tú como una reflexión en sí misma sobre las comedias románticas, de las que ya tenemos tan asumidos sus esquemas preestablecidos del universo yanki que esperamos que los respeten pero también que los subviertan. Todo a la vez en todas partes. Así que si ya no hay nada que inventar, si es imposible salirse de lo previsible, qué mejor que hacer una película sobre dejarse sorprender. Una opción inteligente que la película sigue hasta el final, con un toque de emociones positivas sin caer en lo empalagoso. De (buen) libro.
La puedes ver online en
Imágenes: Eres tú – Netflix (Montaje de portada: Cine con Ñ)
