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En temporada baja: La crisis y los 40

La simpática nueva comedia de David Marqués se queda en tierra de nadie, con un astracán sobre divorciados que diluye su posible crítica social entre arquetipos demasiado vistos a los que no se esfuerza en darles un giro

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En temporada baja sigue las desventuras de cuatro divorciados ya de cierta edad que cohabitan en un camping cercano a las playas de Valencia, aprovechando los bajos precios de los meses de invierno. Un representante de futbolistas en busca del pelotazo, un periodista que se pasa de honesto y un rentista el origen de cuyos ingresos el resto desconoce, a los que se une un policía local con dos hijos, deseando volver con su ex y dejar de dormir en comisaría, el cual padece un exceso de ingenuidad y buenas intenciones que sus nuevos amigos le pueden hacer pagar.

La enésima comedia de divorciados, sí señor, en la línea del costumbrismo esperpéntico eterno de La que se avecina y, en estos tiempos de revisión de los roles de género y las dinámicas tóxicas, sin redención posibles para los arquetipos. David Marqués, guionista de Campeones (y su inminente secuela) y director de El club del paro (2021), le da otro giro a su humor sin piedad contra los fracasados del sistema, sea lo que sea eso. Cuanto más empeñados en triunfar, peor.

También la cosa va a un poco de comprobar el tirón de sus cuatro protagonistas, cada uno en papeles más o menos esperados, excepto quizás Coque Malla, y puestos juntos ahí, en un cartel, a ver qué pasa. La comedia es el más idiosincrático de los géneros y el que acaba tirando de la taquilla local en todos los países que no tenemos industrias protegidas de la gran distribución hollywoodiense, pero a veces, como en En temporada baja, por mucho que se subrayen las localizaciones a ver si cae turismo o algo porque la Diputación o la Generalitat ponen pasta, están demasiado deslocalizadas.

En temporada baja, bajísima

En temporada baja película David Marqués

Marqués ya dirigió otra película con uno de los protagonistas dedicado a representar futbolistas y organizar enredos y chanchullos varios, En fuera de juego (2011). El papel de Antonio Resines en En temporada baja podría ser una versión más mayor y hundida en la miseria del que allí interpretaba Fernando Tejero, y en general el hastío vital de los personajes y el cinismo del guión recuerdan mucho al de aquella película, en la que curiosamente el ahora director y autor no firmaba el guión.

El cineasta tiene, indudablemente, gusto y capacidad por eso que decíamos más arriba del costumbrismo con somarda, personajes que resultan unas veces tan reales que duelen pero otras tan pasados de rosca que hay barra libre para reírse de ellos. Ocurre, sin embargo, que sus últimos títulos parecen una lucha entre el tono blanco y desideologizado que pide “el mercado” y la necesidad de meter la cuchara en temas sociales que ostentó, por ejemplo, en Dioses y perros (2014).

Claro, algo hay por aquí, porque como en el buen astracán ibérico, no se atiza tanto el querer progresar en esta perra vida como la hipocresía y el aparentar. El ser, en fin, recuerden, el escudero del Lazarillo de Tormes. Pero, en contraste, con todo lo que daría de sí la premisa y los trabajos que les asigna a sus personajes, la responsabilidad acaba recayendo en que ellos son idiotas, no solo del contexto, y de que no saben tratar a las mujeres, el peor pecado. A ver, entiéndanme, reírse del machirulado no está mal, pero aquí daba para mucho más que eso.

Confiando en el más tirado

En temporada baja película David Marqués

La gracia de En temporada baja casi resulta en que el único personaje el cual termina por no resultar patético es el de Fele Martínez, el vago redomado no quiere pegar el pelotazo con el fichaje del año, ni ser periodista de investigación, ni volver con su mujer. Es decir, el retrato de los señorones que son un poco niños grandes viviendo en un lugar que es triste cuando debería ser alegre, se da la vuelta, no está claro hasta qué punto queriendo, viniendo a decir que su situación puede ser, directamente, antisistema si uno la asume como debe.

Lo que pasa es que la sensación general que deja es de haber aportado poco frente a los títulos ya mencionados del propio Marqués o, por ejemplo, series como Con el culo al aire (2012-2014), la cual incluso en su condición de comedia coral para una televisión del abierto de aquel momento, tenía bastante más leche, crítica social y contexto que En temporada baja. Se ríen de ellos por machunos, pero se lo merecen por divorciados y mentirle a sus señoras. No hombre, no. Que no estamos en un episodio suelto de Médico de familia.

Sellando el paro: que no está mal, se deja ver, el ratito de risas y la maestría para la gesticulación oligofrénica de Resines se agradecen, pero al buen director y guionista se le pide más y la premisa está más sobada que la entrepierna de sus personajes protagonistas. Entre tanta comedia clónica que sigue el esquema de cierto tipo de televisión todavía hoy dominante, aún estamos a tiempo de seguir utilizando la ironía y el astracán para aquello que nacieron, que no es denigrar al respetable, sino señalar que el emperador va en pelota picada y con la cosita agurradita como una pasa.

La puedes ver online en

Imágenes: En temporada baja – Begin Again (Montaje de portada: Cine con Ñ)
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