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#Luimelia: la “nueva normalidad” de la ficción

Interacción con los fans, metaficción, temáticas más abiertas, ruptura de la cuarta pared, mucho sentido del humor y poca vergüenza definen #Luimelia, el éxito transmedia de Antena 3 y Diagonal.

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#Luimelia, finalizada su segunda microtemporada y camino de la tercera, es el spin-off de Amar es para siempre que cuenta la historia de, valga la redundancia, amor de dos de sus secundarias, Luisita y Amelia. La subtrama, una relación homosexual secreta en el contexto de los 70, creció en seguidores hasta conseguir una serie propia independiente pero con dos novedades: el salto a la web en forma de microcapítulos y el traslado a la actualidad. Es decir, el cambio a un público mucho más joven que el presunto de un “culebrón de tarde” como era la serie madre.

La relación de las dos mujeres, interpretadas por Paula Usero y Carol Rovira, gozó del célebre shippeo, aunque habitualmente este “empeño” de un grupo de fans en emparejar a dos personajes de una ficción –o a concursantes de Operación: Triunfo– se produce cuando no son pareja dentro de la historia. El hashtag #luimelia que servía a sus seguidoras para lanzar montajes y otros mensajes se convirtió directamente en el título del serial, como un guiño directo muy poco habitual, hasta ahora, en nuestro país. La temática LGTBI tomada desde la cotidianeidad, por otro lado, le aseguró un suelo de seguidores fieles.

#Luimelia es uno de esos fenómenos que reflejan los cambios en el consumo de ficción gracias a las posibilidades de la tecnología, pero también que a veces todo cambia para que todo siga igual. La segunda temporada nació sabiendo que habría tercera. Hemos hablado de la serie con Javier Lozano, director de Área Comunicación y Educación de la escuela de postgrado de la Universidad de Loyola experto en transmedia, que se muestra entusiasmado con el formato:

“La propuesta es muy fresca y original y, en parte, síntoma de los tiempos audiovisuales que vivimos. La fragmentación de historias, el reciclaje, la reimaginación de los universos y la transferencia de historias entre diferentes medios y plataformas es la nueva normalidad de la ficción audiovisual”.

#Luimelia

#Luimelia 1970 en ‘Amar es para siempre’. Foto: Atresmedia.

Pero Lozano añade que en #Luimelia “se ha ido un paso más allá. El cambio de género, de audiencia y tipo de consumo es radicalmente diferente”. También la webserie recoge las rupturas de cuarta pared y las técnicas de falso documental de dos comedias de éxito reciente y temática, si al menos no paralela, sí similar en añadir protagonismos femeninos y diversidad a la temática televisiva: Fleabag y Paquita Salas.

Xenas del mundo, uníos

La interacción con la comunidad de fans no es una novedad en la ficción en España, tampoco los spin-off -cómo si no nació Aída, que acabó durando más que su serie madre, 7 vidas-, pero nunca con una influencia tal entre ambos fenómenos. Además es un fenómeno mucho más común en géneros como la ciencia-ficción o la fantasía. En nuestro país más popular es la comunidad creada por El Ministerio del Tiempo y sus ficciones paralelas y transmedia en forma de podcast, tebeos o novelas.

Es, una vez más, una tendencia reciente de la ficción serial en España “que está realizando auténticos trabajos de autorreflexión, de conversaciones con el propio medio de forma muy original: desde Paquita Salas hasta Veneno, pasando antes por Mira lo que has hecho o la ya casi olvidada ¿Qué fue de Jorge Sanz?

El único caso que recuerdo similar a esta serie es el spin-off de Skam Noruega“, explica Lozano, “en el que el actor que interpretaba el personaje de William intenta desprenderse de su personaje y busca nuevos papeles. Es, al mismo tiempo, un ejercicio metatextual y, también, en parte, un spin-off”.

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“¿Pero esta web no es de cine español? ¿Qué hago yo aquí?”

Por otro lado #Luimelia asimila una práctica habitual de las comunidades de seguidores: el mundo alternativo. Es como nacieron ficciones mainstream como 50 sombras de Grey, que empezó como un fanfiction de Crepúsculo. Menos en las antípodas ideológicas de la serie que tratamos aquí está Xena: La princesa guerrera, en la que el empeño de los fans en hacer explícita la relación entre las protagonistas llevó a rodar capítulos ambientados en la actualidad del rodaje de la serie, algunos escritos por autoras de fanfiction célebres en la red.

Cuando #Luimelia traslada a Luisita y Amelia al Madrid de 2020 y resetea su relación hasta el principio, mostrando las diferencias con la década de los 70 y dando un desarrollo más pegado a la actualidad de la misma, con más humor y menos drama, lo que está haciendo es poner en imágenes una práctica habitual de las comunidades de fans, y, sobre todo, trascendiendo su medio original -analógico, culebrón de tarde- demostrando todo lo que han aprendido los creativos españoles en las últimas décadas.

Javier Lozano nos recuerda que #Luimelia “funciona a veces como comentario crítico de la serie madre”. El episodio tres de la primera temporada “es muy interesante a este respecto, con los dos personajes siendo espectadoras y críticas” de Amar es para siempre y “rescatando las voces de los fans y de los movimientos #luimelia“. La propia serie rompe, al final del episodio, la cuarta pared “para descubrir el rodaje y reclamar la escena sexual que merecen los personajes”.

Esto, que puede parecer algo raro en un primer momento, “es una práctica muy habitual en cultura popular, especialmente en cómics y en cine. En cómics, por ejemplo en Marvel, los personajes protagonistas tienen todo tipo de versiones alternativas y reimaginadas”. Al final, “se trata de una estrategia comercial que explota la esencia del personaje en diferentes series dirigidas a públicos diferentes. En cine, vemos constantemente la aparición de remakes o reboots que siguen jugando con la misma estrategia comercial”.

Referentes en representación LGTBI

#Luimelia

#Luimelia 2020 en su propia serie. Foto: Atresmedia.

Finalmente la temática que también destaca a #Luimelia y la hace conectar con un público más joven es la naturalidad del tratamiento de las relaciones entre personas del mismo sexo. Curiosamente creando escuela: en RTVE, la cadena de la que se marchó Amar en tiempos revueltos para convertirse en Amar es para siempre, Maite y Camino, las dos mujeres que ocultan su relación en Acacias 38, han conseguido su propio spin-off también, solo que en formato podcast.

Los personajes de Luisita y Amelia se han convertido en el manido tópico de “iconos LGTBI” por la vía de ser la primeras mujeres en protagonizar serie propia como pareja en nuestro país, aunque sea en formato web y de microepisodios. El formato se ajusta a los vaivenes de su relación: al final de la primera temporada no se sabe si seguirán juntas, la segunda trata el desarrollo de la relación una vez se formaliza y estabiliza.

La aldea global, además, ya permite el salto internacional con facilidad, de tal manera que podemos ver como la propia web oficial de #Luimelia recoge la viralidad de la serie en Argentina gracias a las reacciones de dos youtubers de dicho país, matrimonio entre ellas, que se dedican a comentar cada episodio de la serie española. No nos equivocaremos mucho si concluimos que esto, en la época en que se ambienta Amar es para siempre, no pasaba.

El universo de los personajes, por otro lado, se sigue expandiendo, incorporando a otras parejas, como María y Nacho, la hermana de Luisa y el mejor amigo de Amelia, en la que ella pasa una crisis planteándose marcharse de Madrid porque quiere empezar una carrera como escritora, trama sobre la cual sería justo preguntarse si no es un enmendar la plana a la reciente Valeria, tan ambiciosa en querer reflejar todo lo que #Luimelia explica con mucha más sencillez y sin mensajes tóxicos.

Jose A. Cano (@caniferus)

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