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Tú también lo harías: Yo soy la justicia

El regreso de David Victori y Jordi Vallejo tras ‘No matarás’ es muy efectivo como suspense que sorprende a base de giros y un poco confuso en los dilemas morales que propone

Tú también lo harías

En Tú también lo harías un atraco, o más bien secuestro exprés, en un autobús de línea termina de forma trágica con tres muertos. La Policía lo investiga suponiendo que han sido asesinados por los atracadores, hasta que los testigos indican que un misterioso pasajero, al que aparentemente ninguno de ellos pudo ver la cara, los abatió y luego huyó del lugar de los hechos. Los agentes intentan identificar al que la prensa bautiza como «el justiciero» mientras procesan al resto por posible encubrimiento. Pero cuánto más investigan, menos encajan sus versiones.

David Victori y Jordi Vallejo vuelven a ponerse juntos a los mandos de un proyecto tras su exitosa No matarás (2020), que le regaló a Mario Casas su primer Goya. Una película con la que esta miniserie tiene muchos puntos en común temáticos, más allá de que el lenguaje de Victori, siempre influido por el videoclip, muy cercano al cine de acción internacional y acostumbrado a jugar con las percepciones del público en base al encuadre o el fuera de plano.

Por otros lado Disney+ sigue ampliando su catálogo español aparentemente abonada al thriller cuando no son proyectos que se basan en famosos juveniles —es decir, en hacer series de Disney de toda la vida, pero españolas—. En algunos aspectos, parece pegarse a lo que le funciona, sobre el papel, a Netflix para tener fondo de armario, como el caso de La chica invisible. Eso sí, Tú también lo harías aspira, lo consiga siempre o no, a una mayor complejidad en lo que propone.

Yo soy la Justicia

Tú también lo harías

Tú también lo harías justifica su estructura de serie —podría haber sido una película un poco larga con eliminar o comprimir subtramas— a base de dividirse en segmentos muy marcados, incluido un capítulo quinto que sirve de bisagra. Se apoya en la interpretación de una Michelle Jenner a la cámara ayuda a engañarnos y que es el personaje que, sin hacer demasiado spoiler, nos podemos imaginar que oculta más secretos desde el principio.

La trama se propone en parte como un puzle, jugueteando alguna vez con el ‘¿quién lo hizo?’, como una especie de Asesinato en el Orient Express a la inversa —desde el principio se nos dice que participan todos en alguna clase de encubrimiento—, pero envuelve esos giros dramáticos y de suspense policial sobre secretos inconfesables en una reflexión social y un suspense, digamos, más ideológico acerca de la idea de justicia y de la bondad o maldad de los seres humanos… o los ciudadanos medios.

Hay muchas referencias explícita a la saga Yo soy la justicia (Death wish en el original) protagonizada por Charles Bronson. Desde la misma actividad del «justiciero» hasta su sobrenombre o el grito de guerra de sus seguidores. Pero, si aquella se olvidaba a partir de la segunda de que el personaje de Bronson era humano —la primera vez que ejecutaba a un criminal acababa vomitando, luego se convertía en una fantasía de extrema derecha que mataba sin pestañear—, Tú también lo harías se empeña en recordarnos que los suyos lo son, y casi demasiado para su propio bien.

El infierno y Dante

Tú también lo harías

Es complicado decidir si Tú también lo harías quiere establecer un discurso conservador, criticar el abandono de las capas más lumpen de nuestra sociedad al estilo Joker (Tod Philips, 2019) o parodiar de alguna manera a La casa de papel (2017-2021). La mayor parte del tiempo da la impresión de que quiere que el espectador le dé vueltas a qué piensa él mientras decide si se dedicaría a pegar tiros o encubrir asesinatos de verse en esas. La cosa es que no se sienta cómodo mientras se preocupa por el secreto inconfesable de turno.

Como no queremos revelar ni los giros intermedios ni la resolución final, que acaba dando una identidad al «Justiciero» del comienzo, pero no la que esperábamos, diremos que la conclusión es más cínica que pesimista y más práctica que con moraleja. Asumiendo que las reglas del mundo ficticio de Tú también lo harías están un poquito más cerca de un tebeo de la Marvel de los primeros 80 —ojo, la mejor Marvel— que de un noir realista, se respeta la lógica de los personajes que ella misma ha propuesto. Eso la pone un par de categorías por encima del thriller medio.

Archivando el caso como sin resolver, lo dejaremos en que Tú también lo harías, igual que No matarás, cumple perfectamente su función, digamos, comercial o estructural, que es la de ser entretenida y tenerte pegado al sillón sin hacer trampas, es decir, ser un thriller honesto. Lleva un poco peor la discursiva, en tanto de tan ecuánime que quiere ser acaba liándose consigo mismo y dejando «lecciones» que se contradicen entre sí. Aunque claro. A ver quién es el guapo que se pone a escribir esto. ¿No?
La puedes ver online en

Imágenes: Tú también lo harías – Disney+
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