La institución dedica su programación de los meses de agosto y septiembre a la actriz, con títulos como ‘La decente’, ‘La hora bruja’, ‘Más allá del jardín’ o la serie ‘Teresa de Jesús’ completa, que se proyectará en dos sesiones.
De Conchita a Concha Velasco: Filmoteca dedica dos meses de su programación a su filmografía

Otros quieren ser artistas, ella lo consiguió. Filmoteca Española le dedica los meses de agosto y septiembre a la figura de Concha Velasco, la actriz, cantante, bailarina y presentadora. Empezó como Conchita, protagonista de comedias ligeras musicales, y terminó como Concha Velasco, un pedazo de historia del cine español, reconocida, homenajeada y referente para varias generaciones de intérpretes en nuestro país.
Según anunció Filmoteca en nota de prensa, “el ciclo busca reflejar la capacidad de adaptación de esta polifacética e incansable intérprete que cantó, bailó y recorrió los escenarios teatrales y platós de televisión de España a lo largo de su riquísima y abultada carrera”. En septiembre, Pedro Olea y Emilio Gutiérrez Caba presentarán varias películas del ciclo en el Cine Doré. La programación completa se puede consultar en la web de la institución.
Entre algunos de los títulos escogidos, destacan La decente (1971), de José Luis Sáenz de Heredia; Más allá del jardín (1996), de Pedro Olea, o París-Tombuctú (1999), de Luis García Berlanga, entre otras. Además habrá dos sesiones especiales dedicadas a Teresa de Jesús, la serie dirigida por Josefina Molina y emitida por RTVE en 1984, que se proyectará al completo en dos tandas de cuatro episodios cada una.

De extra a gran estrella
Concha, Conchita Velasco como se la conocía hasta 1976, “es uno de los grandes nombres del cine español y del medio televisivo de la segunda mitad del siglo XX”, con una carrera tan intensa que se alarga hasta hoy. Desde finales de los años cincuenta, nunca ha dejado de trabajar. En España, recuerda Filmoteca, “son pocas las estrellas que han sabido o han podido mantener su relevancia y popularidad durante más de seis décadas”.
A los once años comenzó estudios de ballet clásico, danza española y solfeo. Desde entonces su trayectoria ha sido imparable: casi ochenta largometrajes, un sinfín de obras de teatro y series de televisión, discos musicales, multitud de premios y programas -uno de los últimos, Cine de Barrio, que condujo hasta septiembre de 2020-.
En La fierecilla domada (1956), de Antonio Román, aparecería por primera vez pronunciando un par de frases frente a una cámara de cine; y su nombre, Conchita Velasco, figuraría el último de la lista de los créditos finales de la película. Su imagen fílmica se forja con el éxito de Las chicas de la Cruz Roja (1958), de Rafael J. Salvia, título que compone este ciclo como representante de la creación del mito Conchita. Desde entonces y hasta 1975, Velasco aparecerá en 58 largometrajes, lo que supone un ritmo de dos o tres películas al año, aunque en ocasiones la cifra pudiera ascender incluso a siete.

En 1975 se legitima como actriz dramática en las película Pim, pam, pum… ¡fuego! (1975), de Pedro Olea, o Las bodas de Blanca (1975), de Francisco Regueiro. Es entonces “cuando dejará atrás a Conchita para, a partir de 1976, figurar en los títulos como Concha, Concha Velasco”. Durante todos estos años, esos años, “ha encarnado dentro y fuera de la pantalla el espíritu de cada momento, aceptando nuevos retos profesionales y desenvolviéndose en todo tipo de registros y medios, compaginando, de manera incansable teatro, cine y televisión”.
Actriz galardonada con el premio Goya de Honor 2012, destacan entre otros de sus premios la Medalla de Oro de la Academia de Cine de 2003, la Medalla de Oro del Mérito en el Trabajo 2008, Premio «Toda una vida» de la Academia de Televisión 2009, la Medalla de Honor del Círculo de Escritores Cinematográficos 2010, Premio de la Unión de Actores 2012 y Premio Valle-Inclán de Teatro en 2015, el Premio Corral de Comedias en 2016, y el Premio Nacional de Teatro 2016.
Portada: Concha Velasco en París-Tombuctú (1999), de José Luis García Berlanga.
