En el Día Mundial de la Animación recomendamos 10 clásicos del género en España, desde las películas pioneras de los años 40 hasta las premiadas actuales.
En el Día Mundial de la Animación tenemos que celebrar que el sector en España goza de una gran salud creativa (y casi industrial). Pero la historia de los consabidos “dibujos animados” no empieza hace 10 años ni 20, sino desde que existe el mismo cine español. Proponemos un recorrido de diez películas españolas de animación imprescindibles a lo largo de la historia.
Garbancito de la Mancha (1945)
El primer largometraje de animación de la historia del cine español y el también el primero a color de toda Europa. De 1945, producido durante una breve etapa de auge de la industria durante el Franquismo en la que el Régimen intentó tener su propia producción infantil para evitar la influencia extranjera. Muy influida por la Disney de la época, Garbancito de la Mancha cuenta la historia de un niño huérfano que, por defender a sus amigos, se enfrenta a malvados gigantes, mezclando como indica su propio título el cuento popular de Garbancito con Don Quijote. Dirigió Arturo Moreno, popular dibujante de tebeos y pionero de la animación en España.
El armario del tiempo (1971)
Mortadelo y Filemón, el gran éxito internacional del tebeo español durante décadas, es también uno de los clásicos dentro de las películas españolas de animación. Cuatro largometrajes (el último, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, de 2014, ya en 3D) y dos series de televisión dan buena muestra de ello. El armario del tiempo fue en su momento, 1971, y hasta el estreno de La gran aventura de Mortadelo y Filemón de Javier Fesser en 2003, considerada la mejor adaptación de los personajes al cine. Originalmente no era un largo, sino una serie de cortos que se remontaron con la excusa argumental del viaje en el tiempo, al estilo de las historietas por entregas que luego se recopilaban en formato álbum.
Historias de amor y masacre (1979)
Historias de amor y masacre se estrenó en 1979 dirigida por Ja (Jordi Amorós), célebre humorista y dibujante de El Papus o El Jueves. Se trata de una antología de siete historias cortas escritas y dibujadas por otros célebres dibujantes de la época, como el mítico Chumy Chúmez, Ivá (creador de Historias de la puta mili y Maki Navaja) o el mismísimo Gila, además de un cameo del dibujante Manuel Vázquez parodiando a Walt Disney. Su recepción fue desigual dado que inventaba un género en España: la animación para adultos. De contenido crítico, incluso violento y de humor muy negro, hoy está considerada un clásico de la Transición.
Los cuatro músicos de Bremen (1989)
Fue la primera en ganar el Goya a la Mejor Película de Animación (sin competencia, claro) en 1989, pero es más recordada por la serie de televisión a la que dio lugar, Los Trotamúsicos. Se incorpora así a esta lista a Cruz Delgado, animador pionero en nuestro país y creador de la célebre serie de Don Quijote de La Mancha. Los cuatro músicos de Bremen fue la adaptación del popular cuento alemán, convertida en un musical algunas de cuyas canciones, como la del gallo Koky, serían célebres -y machacones- singles publicitarios de los 90. Seis años antes los estudios de Cruz Delgado ya habían ensayado la jugada con Los viajes de Gulliver, que tuvo menos repercusión.
La leyenda del viento del norte (1992)
Y ya llegamos a 1992, con varios estudios de animación volcados sobre todo en series de televisión y arrastrados por el éxito precisamente de Cruz Delgado. Algo que permite que acaben surgiendo producciones originales como La leyenda del viento del norte. Producida originalmente en euskera dio también lugar a una serie de televisión emitida por ETB y posteriormente doblada para el resto de España. Tuvo varias secuelas, una de ellas ganadora del Goya. Como muchas películas de animación de la época, una historia de aventuras que adapta vagamente una leyenda tradicional y con un mensaje de entendimiento entre culturas y defensa del medio ambiente.
Chico y Rita (2010)
La primera española -coproducida con Reino Unido- en ser nominada al Oscar a la Mejor Película de Animación (que en ese 2011 le arrebataría Rango). Codirigida por Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando. Trueba volcó su gusto por la música jazz y la cultura cubana en este musical que recorre La Habana y el Nueva York de los años 40 y 50. La banda sonora contó con la participación del mismísimo Bebo Valdes o artistas como Estrella Morente. Fue un gran éxito de crítica y público incluso en Cuba.
Arrugas (2011)
En 2011 llegó está adaptación del tebeo de Paco Roca, el dibujante español más adaptado de la actualidad. Una historia sobre el alzheimer muy dura en el fondo pero tierna y llena de sensibilidad en la forma que no solo se llevó el Goya a la Mejor Película de Animación, también el de Mejor Guión Adaptado. Dirigida por Ignacio Ferras, fue el regreso del género a la animación de adultos uniendo a crítica y público.
Las aventuras de Tadeo Jones (2012)
La saga de Tadeo Jones supuso en hito para las películas españolas de animación no solo en uso del 3D o el impacto en taquilla, también en repercusión social, como prueban sus secuelas y su salto más allá de nuestra fronteras. La historia de Tadeo Jones, parodia de su primo Indiana que se pasea con una momia vestida de flamenca por barrios andaluces inexistentes, no tiene más complicación que la de querer entretener a los más pequeños de la casa, devolviendo al cine de animación su función original y dando lustre a la industria patria.
Psiconautas (2015)
En 2015 Alberto Vázquez y Pedro Rivero estrenaron esta película singular, de animalitos antropomorfos y monísimos atrapados en una montaña de basura, con reminiscencias de Cuando el viento sopla o el cine de aventuras con mensaje ecologista de los 80 y primeros 90. También ganó muchos premios, aunque no tuvo tanto éxito entre el público, sobre todo por un tono tétrico que, aunque la hacía perfectamente comprensible por parte de los niños, no fue tan bien entendido por los padres. La historia de Bird Boy para sobrevivir en mitad del fin del mundo y de sus amigos para escapar de la isla de la basura no deja indiferente a nadie.
Klaus (2019)
El último largometraje español en ser nominado al Oscar a la Mejor Película de Animación y arrasar en los prestigiosos Premios Annie, aunque perdiese el Goya de su categoría ante Buñuel en el laberinto de las tortugas. Ambas podrían estar en esta lista, pero Klaus, Netflix mediante, ha sido un éxito mucho mayor tanto cara al público como, consecuencia uno de lo otro, en impacto cultural. La cinta de Sergio Pablos le habla de tú a cualquier producción internacional, tanto a nivel artístico como técnico, y de hecho su argumento busca una universalidad lo más exportable posible que ha vuelto a situar a la animación española en la vanguardia mundial del secto.
