La compañía Preservación 35 (P35) integra distintos servicios de restauración y preservación de películas digitales y analógicas y ofrece un soporte físico en 35mm “indestructible”
Preservar el cine digital desde lo analógico: un nuevo centro en España ofrece soporte fotográfico para garantizar su futuro

Una nueva empresa nacida en España, Preservación 35 (P35), está empezando a ofrecer servicios para garantizar que las películas y series que vemos hoy se puedan también ver mañana. Y lo quiere hacer, paradójicamente, dando un salto hacia atrás para “poder dar uno hacia adelante”: ofrece a productoras, archivos, filmotecas e instituciones un sistema integrado de distintas tecnologías que restauran y transfieren archivos digitales o analógicos a soportes fotográficos de poliéster que garantizan “la preservación y calidad de reproducción de la memoria digital para siempre”.
Esta vuelta a lo físico la han defendido, en el marco del Festival de San Sebastián, los representantes de P35: Fernando Labrada, presidente de la compañía, y Juan Carlos Lossada, director del área comercial. Ambos han explicado que el mayor logro de la empresa es haber integrado las distintas tecnologías de tres empresas internacionales (PIQL, Kodak y Vintage Cloud) en un mismo servicio y lugar: el Centro Integral de Preservación (CIPA), ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía, y que se encarga de restaurar y transferir los archivos audiovisuales a estos soportes que aseguran que son “indestructibles”.
Lo más importante en el proceso es la tecnología PIQL, que desarrolla la empresa noruega antes mencionada. Son ellos los que han creado, junto con Kodak, estas películas de poliéster de 35mm, además de máquinas especializadas en la conversión de digital en soporte cinematográfico y otras capaces de leer dichos soportes. Junto con la tecnología de restauración en tiempo real de Vintage Cloud -que restaura de forma automática la película en el tiempo que dure-, P35 ofrece en un mismo sitio, el CIPA, todas estas tecnologías y una Bóveda de Seguridad donde se pueden almacenar en buenas condiciones. Es el único centro de estas características que existe en Europa, y está en Málaga.
Preservar vale más que conservar

En la presentación del proyecto de P35, que también ofrece sus soluciones a todo tipo de documentos y archivos más allá de los cinematográficos, Lossada y Labrada han hecho hincapié en el concepto de preservación sobre el de conservación al hablar del patrimonio audiovisual. “Conservar muy bien no sirve de nada si no se puede preservar”, ha asegurado Labrada, que ha puesto el ejemplo de una película bien conservada en un archivo pero que no se pueda reproducir en ninguna parte al cabo de unos años por la obsolescencia de los formatos digitales, peligro del que ya ha alertado en varias ocasiones la UNESCO.
Labrada ha insistido en la importancia de crear una “ética del cuidado” sobre el patrimonio audiovisual. Es decir, de concienciar sobre la importancia de dar una larga vida al archivo fílmico para poder convencer a empresas, instituciones y organismos de su importancia patrimonial y económica y que inviertan recursos sobre este asunto. “Si hubiera habido una ética del cuidado, quizá se habría podido evitar el incendio de la Cinemateca de San Paolo“, ha dicho el presidente de la compañía. Ocurrido el pasado mes de julio, en el incendio se perdieron 4.000 toneladas de materiales de la historia del cine latinoamerícano y mundial.
El presidente de la compañía, que dirigió el Centro de Documentación de RTVE en los años 80, ha hecho un llamamiento “a todas las autoridades a que participen” en el proceso de preservación de los materiales fílmicos, ahora en crisis con la aparición del archivo digital y las amenazas de un entorno ambiental más hostil que nunca. Tanto Labrada como Lossada han asegurado que llevan tiempo en conversaciones con distintos instituciones especializadas. Entre ellas, Filmoteca Española: “Tenemos un camino avanzado con Filmoteca, una agenda de trabajo conjunta”, ha asegurado Lossada a Cine con Ñ.
Un pequeño coste en el presupuesto de una película

Además de por los motivos culturales y patrimoniales, Lossada ha asegurado que hay también motivos económicos para apostar por esta vía de la preservación en formato físico. Con el gran volumen actual de producción, sobre todo desde el sector del streaming, una vida más larga de las películas o series permitirá más oportunidades comerciales: “Queremos que P35 sea un aliado para activar, de forma segura y eficaz, toda clase de acervos y activos audiovisuales que pueden encontrar de esa forma potentes salidas de distribución y circulación“, ha explicado el director comercial a la prensa en un escrito.
Según sus representantes, crear este soporte de poliéster para el futuro costaría en torno a 13.000 euros por película, una cifra fija que consideran muy pequeña si se incluye dentro del total del presupuesto de un filme mediano en Europa, que puede rondar en torno a los 2 millones de euros. Menos 1% del total, que sería, claro, aún menor con una película de gran presupuesto.
